jueves, 28 de mayo de 2015

Evaluación recíproca

Encuesta de valoración del curso 2014/2015. Análisis de resultados
A lo largo de la tercera evaluación he realizado una encuesta a los alumnos de 2º del Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) y 1º Formación Profesional Básica (FPB) del IES San Vicente, centro en el que estoy destinado este curso. El motivo principal es conocer la visión de los alumnos y compartirla de manera resumida y estandarizada. Aunque los puntos de vista aquí plasmados son desarrollados por los alumnos a lo largo de las sesiones, este cuestionario permite observar semejanzas y diferencias entre las respuestas aportadas. Vamos a ver qué respondieron. Realizar un comentario sobre las respuestas nos podría aproximar a las motivaciones de sus palabras. Al final he incluído el enlace a las respuestas que los alumnos escribieron en papel y yo he transcrito en un formulario de Google Docs.

¿Cómo valoras este curso, en términos generales?

La mayoría de alumnos han puntuado entre 6 y 10. Algunos han valorado con 3, 4 o 5. El resultado final del curso no está puntuado ya que la encuesta la he realizado antes de las notas finales. La perspectiva de obtener el aprobado general y pasar de curso puede llevarles a opinar positivamente. Además, el ambiente de trabajo en el turno de tarde es mucho más tranquilo que en el turno de mañana. Esto permite una mejor experiencia en el alumnado.

¿Qué es lo que más te ha gustado de este curso?

La mayoría de respuestas a esta pregunta se refieren al buen ambiente en la socialización entre compañeros y la buena relación con algunos profesores y sus asignaturas. Esta respuesta generalizada nos aclara la respuesta anterior. ¿Por qué destacan estos dos aspectos? Hay una diferencia evidente entre las clases masificadas del turno matinal y los grupos reducidos del PCPI y la FPB. Esto permite dedicar más tiempo al trato interpersonal. Tanto los alumnos como los profesores lo agradecen.

¿Y lo que menos?

En esta respuesta, una de las más importantes, se empiezan a ver patrones de coincidencia. La mayor parte de las respuestas coincide en que alguna asignatura o docente ha sido lo peor de este curso. También están disconformes con el horario y el turno de tarde. No hay mucho donde escoger la respuesta. El curso se resume en trabajar en las asignaturas y relacionarse con los compañeros y docentes. No critican sus relaciones sociales, sólo los obstáculos a su comodidad y su aprendizaje. Las asignaturas que les han disgustado han sido las más difíciles o las que han impartido los docentes menos cercanos o comprensivos, por no decir antipáticos (según los alumnos).

¿Cuál es la asignatura que más satisfacción te ha dado?

La respuesta está repartida entre casi todas las asignaturas. Descarto la respuesta mayoritaria por no ser fiable.

Explica por qué.

Los alumnos han contestado, en referencia a la pregunta sobre la asignatura que más satisfacción les ha dado, que ha sido por la forma de trabajar del docente responsable de la asignatura, ya fuera por hacerla entretenida, atractiva o accesible al entendimiento o al aprobado.

¿Cuál es la asignatura que menos satisfacción te ha dado? Explica por qué.

En esta pregunta aparecen dos o tres asignaturas, principalmente, como las peor valoradas por los alumnos. En su explicación, mencionan la dificultad que les supone aprender una asignatura con un método que no se adapta a sus capacidades. También se quejan de cierta antipatía de los docentes que las imparten como una dificultad añadida.

¿Cómo valorarías la forma de dar clase de los profesores, en términos generales?

La puntuación se encuentra entre 4 y 9, principalmente, con mayorías de 8, 6 y 5. Muchos decían que la forma era correcta pero que, por sólo un docente, la nota bajaba. No obstante estas notas, ¿en qué piensan los alumnos entrevistados cuando ponen una nota respondiendo a esta pregunta? Vamos a intentar averiguarlo en la siguiente pregunta.

¿Qué es lo que más valoras de la forma de dar clase de los profesores?

Una gran mayoría afirma que la perseverancia en la explicación hasta lograr la comprensión así como la amenidad de las sesiones son las características más importantes. Tienen en cuenta estos dos aspectos como parte del éxito que puedan alcanzar en el proceso de aprendizaje. Tener un docente que abre las puertas de la conciencia de sus alumnos es importante para ellos pues, si consideramos el hecho educativo como un hecho social, no quieren estar trabajando con una persona con la que no conectan, incluso con una especie de “enemigo”. Esto se ve en la respuesta siguiente.

¿Y lo que menos?

Los alumnos rechazan el desprecio de los profesores hacia su ritmo de aprendizaje. No soportan la actitud de superioridad: aunque es obvio que un profesor tiene más formación que un alumno, no debería utilizar su condición para tratar de humillarlo. También citan como defectos más importantes las malas explicaciones o la velocidad en la explicación, la negativa a repetir una explicación y la falta de autoridad.
En una segunda interpretación de la pregunta, entendiendo “lo que menos valoras” como “lo menos importante” en vez de “lo peor”, los alumnos que han respondido así han destacado el aspecto físico o la vestimenta como lo menos importante a la hora de dar clase.

¿Qué elementos introducirías en las clases? (Técnicos, organizativos, etc.)

Casi todos han contestado que introducirían elementos de comodidad (aire acondicionado y máquinas de refrescos y café, por estar hecha la encuesta en los días de más calor de la primavera; mejores asientos) y ordenadores (portátiles o sobremesa) en las aulas.

Si pudieras volver atrás en el tiempo y empezar otra vez en 1º de ESO, ¿qué cambiarías de ti como alumno?

Otra vez coinciden casi todos en la respuesta: si pudieran volver atrás en el tiempo aplicarían una mayor concentración y un mayor esfuerzo en el trabajo académico evitando el mal comportamiento en el aula y en el tiempo libre.
Tanto la pregunta anterior como esta reflejan una elevada conciencia de las condiciones básicas para alcanzar el éxito académico: recursos y actitud. Los recursos no los ponen ellos y la actitud es muy frágil, podría perderse si los recursos fallaran.

¿Cómo valoras la comunicación con los profesores?

Las valoraciones se reparten mayoritariamente entre el 4 y el 9, siendo más alta que baja. Sin embargo, vuelve a aparecer la media que baja por la consideración de algún docente que mencionan.

¿Cómo valoras la comunicación con los compañeros?

Las puntuaciones se suceden en esta pregunta desde el 4 hasta el 10 en escalera ascendente. Es lógica esta respuesta: por varias razones casi siempre es mejor la relación con los compañeros que con los profesores.

¿Crees que hacen falta más medios técnicos o electrónicos en las aulas?

Un 76% contesta que sí. Es comprensible, los ordenadores son una fuente de información o de distracción. Se observa en las aulas de informática que los alumnos aprovechan la oportunidad para distraerse de su trabajo visitando páginas web no relacionadas con la asignatura.

¿Crees que habría estado bien utilizar el ordenador en todas las asignaturas, en todos los cursos?

En esta pregunta se pide que lleven al extremo la pregunta anterior. Han respondido “sí” un 54%. ¿Qué quiere decir esto? Si hubiera más medios técnicos en las aulas, serían ordenadores ya que disponemos de proyector en todas ellas así como de red wifi en todo el instituto. Al plantearse el uso del ordenador en todas las asignaturas empiezan a considerar que podrían saturarse y no verlo como una novedad o una fuente de distracción. Por eso aumentan las respuestas negativas en este caso.

¿Echas de menos haber tenido más actividades extraescolares en estos años de instituto?

El 75% responde que sí. Cualquier motivo es bueno para no dar clase. Y si la excursión es divertida, experiencia inolvidable. Lo malo que se pierde más lo bueno que se gana, doblemente bueno. Esa es la mentalidad de los alumnos en su mayoría.

¿Qué actividades habrías realizado?

Las respuestas son variadas, casi todas son excursiones y viajes, además de actividades lúdico deportivas. Un 23% no concreta qué tipo de actividades haría, algunos dicen sólo "excursiones".

Si pudieras confeccionar unos estudios a tu medida, ¿qué asignaturas tendrían? (Asignaturas existentes o no)

Esta pregunta convierte el deseo de los alumnos de tener éxito académico a través de la obtención de recursos externos, como una oferta formativa flexible, en una invitación a la reflexión. La diversidad de sus respuestas se combina con la reducción del número de asignaturas respecto del número actual: la media es de cuatro o cinco. Algunos eligen asignaturas prácticas para la vida real combinadas con otras tradicionales.

¿Qué le falta y qué le sobra a esta encuesta?

Esta pregunta para valorar la encuesta ha recibido una aprobación mayoritaria. Son importantes las respuestas críticas que demandan menos preguntas o más preguntas específicas. La única respuesta que citaré en este análisis es la siguiente: “informar a los profesores de esta encuesta”. Así lo hago, codificando las asignaturas para evitar la estigmatización.


Ver resultados de la encuesta.




Reciprocidad
Imagen de e-faro

lunes, 25 de mayo de 2015

Charlando con Sergio S. V. (MrGranbomba)

Sergio S. V.
Imagen del periódico ABC
Sergio es un adolescente normal y corriente. Le gusta jugar a videojuegos, hacer deporte, salir con sus amigos y amigas, ir al instituto, etc. También es un tanto famoso. Pero no lo ha buscado, es casualidad. Me explico: es youtuber.


Uno se pregunta si en estos tiempos hay relación causa-efecto entre el esfuerzo y la fama o entre el esfuerzo y el prestigio. La respuesta en los dos casos es la misma: sí. Lo difícil es encontrar la cadena que une la causa y el efecto. En el caso de Sergio, el mérito está en la paciencia, el tiempo invertido, el ingenio, la creatividad, la técnica y la relativa precocidad. Bien pensado, la mayor parte de los youtubers famosos son jóvenes.


Hace un par de años, cuando impartía clase en el Programa de Diversificación Curricular del IES San Blas de Alicante, no sabía que tenía ante mí un ejemplo de diamante en bruto cuando veía a Sergio. Su imagen era la de una persona aburrida, cansada de estar en clase, como muchos otros alumnos. Además, él era un chico tan silencioso que parecía no estar allí. Yo sabía que eso se debía a la desmotivación enorme que experimentan gran parte de los alumnos que acaban integrando los programas específicos de PDC o PCPI (como el que imparto este año).  Lo sabía porque se ponía en marcha en cuanto sonaba el timbre del recreo. Entonces ya tenía su canal de vídeos en YouTube en el que subía partidas del videojuego Call Of Duty en sus distintas versiones.


El año pasado empecé a ver vídeos suyos en la portada de YouTube, donde aparecen vídeos sugeridos por la cantidad de visitas que reciben. Mis alumnos del IES Mediterráneo de Torrevieja conocían a Sergio y lo citaban junto a otros youtubers famosos. A mí me sorprendió la velocidad con que saltó a la fama. Pensé que estaría bien presentarlo ante mis alumnos como un ejemplo de lo que puede ser la motivación bien dirigida. Por lo lejos que está Torrevieja respecto de Alicante, donde vive Sergio, lo desestimé.

San Vicente del Raspeig está más cerca. Este año, Sergio tiene más seguidores que el año pasado. Pues ya está: pensado y hecho. Aquí estuvo Sergio el viernes, 22 de mayo y nos contó su experiencia como bromista aficionado y cachondo innato o formado. Es un placer contar con un conferenciante tan joven y simpático, a la par que humilde y cercano. La sala de usos múltiples se llenó y nos lo pasamos muy bien.


Granbomba en Twitter
MrGranbomba en YouTube
Web de MrGranbomba




martes, 19 de mayo de 2015

Contaminación electromagnética

El viernes, 15 de mayo de 2015, se celebró la 1ª Jornada abierta sobre contaminación electromagnética y electrohipersensibilidad en el CIPFP Canastell de San Vicente del Raspeig. El interés de su contenido trasciende el ámbito educativo. Sin embargo, es especialmente delicado en el entorno académico.

La contaminación electromagnética nos interesa por el daño que puede producir a la salud de las personas. Como otros tipos de contaminación, el daño que produce depende de un número indeterminado de factores que podríamos tratar de enumerar: tipo de onda emitida, distancia de la fuente de emisión, tiempo de exposición a la radiación, tipo de superficie receptora de la onda, cantidad de superficie receptora de la onda, situación previa del cuerpo receptor de la emisión, etc. Son muchos y seguramente hay muchos más que desconozco. Lo importante es tener en cuenta a qué nos enfrentamos cuando queremos proteger nuestra salud.

El principio de precaución nos lleva a protegernos de lo desconocido y de lo peligroso para nuestra salud. No sólo hay indicios del daño que produce la radiación electromagnética. El problema de este tipo de contaminación es que es invisible y producto de una tecnología muy nueva. No obstante, la comparación con otros tipos de daño a la salud producido por sustancias y radiaciones es muy fácil: primero se prueba el producto y si es perjudicial, ya se encargará la sociedad de presionar al gobierno para que proteja a la sociedad mediante la legislación. Un ejemplo de ello es el tabaco.

En los centros educativos hay varias fuentes de emisión de radiación electromagnética. No quiero decir con esto que es malo ir al instituto o al colegio. Me refiero a que, en función de la información que refieren las asociaciones (desde la OMS, en un ámbito internacional, hasta la AAEIAA, en un ámbito local) y está disponible en la red, las fuentes de radiación podrían perjudicar la salud de la personas que se encuentran cerca. Los routers WIFI y los terminales de telefonía móvil o inalámbrica son las fuentes de radiación dentro del centro. Si además miramos fuera, podremos encontrar antenas de telefonía móvil, repetidores WIFI, torres de alta, media y baja tensión. Con tantas fuentes de radiación, ¿podemos protegernos de la contaminación electromagnética?

Mientras estudiamos la manera de hacerlo deberíamos aplicar el principio de precaución: no hacer nada que sospechemos que pueda ser perjudicial. Si no existe la sospecha, no aplicamos el principio. Pero si tenemos la sospecha y, aún así, realizamos otras actividades que también las suponemos perjudiciales, seguramente no aplicaremos esa prevención sistemáticamente. Sin embargo, los miembros de la comunidad educativa deben defender el derecho a la salud aún en contra de la voluntad de las personas. Los derechos humanos no son disponibles. En este caso de la radiación electromagnética, tampoco.

La primera medida que podríamos tomar es reducir al mínimo posible la exposición a la radiación. Si no podemos reducir el tiempo de exposición, eliminaríamos las fuentes de emisión. Un router WIFI se puede sustituir por un cable LAN. De hecho, en los centros educativos podemos encontrar alternativamente red a través de WIFI o cable.

La segunda medida, más difícil por la dependencia elevada que ha generado en las personas, sería reducir el uso del terminal de telefonía móvil. Ponerlo en modo avión al entrar en el centro o apagarlo es la acción más cercana a la protección que podría tener cualquier miembro de la comunidad académica.

La tercera medida, más general: pedir a una empresa dedicada a ello que mida la radiación en distintos puntos del lugar de estancia habitual para tratar de blindar el sitio contra la radiación. Como seguramente el nivel de radiación es tan desconocido como la fuente, la recomendación sólo se sigue en el caso de tener los primeros síntomas sin encontrar causas aparentes.

El debate científico sobre la credibilidad de los estudios que se realizan sobre este tema se basan en que no está suficientemente investigado o demostrado. Ahora yo voy a utilizar un argumento que parece manipulador pero que cualquiera se hace tras recibir esta información: ¿dejaría usted que su hijo o hija se drogara? ¿Y que durmiera con el móvil encendido cerca de la cabeza?

Conclusión: la prohibición de introducir móviles en el centro educativo ha trascendido el mal uso y la distracción que produce al alumnado. Ahora estamos hablando de la salud.


Resumen de la jornada por María del Mar Rosa en su blog
Contaminación electromagnética (blog)
Plataforma estatal contra la radiación electromagnética
Página de la 1ª jornada abierta sobre contaminación electromagnética y electrohipersensibilidad


Una contaminación invisible

jueves, 7 de mayo de 2015

Entrevista a Gràcia Jimenez Tirado

Abril, 2015


Gràcia es una suerte que uno se encuentra en la profesión docente. Se combinan en ella lucidez y experiencia a partes iguales, grandes las dos. Vamos a ver un aperitivo de su trayectoria y opiniones.


Hola, Gràcia. ¿Cómo estás?
Hola Juan. Bien, disfrutando de los primeros días de primavera y de las vacaciones de pascua.


Para empezar, ¿podrías realizar una presentación mediante un resumen de tu carrera académica y profesional?
No será fácil, ¡llevo muchos años trabajando! Allá vamos:
Estudié Historia Contemporánea en la universidad de Valencia. Cuando terminé la carrera no hubo oposiciones para BUP, así que hice las oposiciones de EGB, por la especialidad de Ciencias Sociales. En septiembre de 1980 comencé a trabajar con párvulos, más tarde con primero de EGB y acabé dando clases a adultos –EPA- en Elche, donde permanecí varios años.
Las clases eran entre las cuatro y las once de la noche y por nuestras aulas pasaban jóvenes y adultos que venían a estudiar después de largas jornadas en las fábricas de calzado. Fui directora del centro de EPA Mercè Rodoreda durante cinco cursos. En esa etapa obtuvimos el primer premio de proyectos innovadores para Educación de Adultos del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) con el trabajo “Escuela de Adultos: Escuela Abierta”, que planteaba una organización curricular abierta. El curso 85/86 estuve en comisión de servicios desarrollando la red provincial de educación de adultos.
A finales de 1986 accedí a la función inspectora, convencida de poder trabajar mejor por la EPA. Pero una vez en la inspección, para mi sorpresa, me destinaron a centros públicos de EGB. Así comencé una nueva etapa profesional: fui inspectora en diferentes comarcas de la provincia de Alicante y en la ciudad (sin duda la plaza más complicada). Fueron años de muchísimo trabajo: renovación de centros y plantillas, integración de alumnado de educación especial, generalización de la enseñanza del valenciano, primeros programas de inmersión lingüística, implantación de la LOGSE… Los debates pedagógicos eran muy intensos y tenían un trasfondo político muy potente, ya que con la ley de educación se debatía el modelo social futuro.
Pero en aplicación de una sentencia condenatoria contra la Consellería de Educación, por un defecto de forma en la convocatoria, toda mi promoción es cesada por el primer gobierno valenciano del PP y retorno a la docencia directa en enero de 1996.
Después de sostener un largo contencioso, el TSJ Valenciano obligaría a la administración a indemnizarme por el daño moral provocado por el cese, aunque no a devolverme el puesto de trabajo. Y, francamente, me alegro pues el cuerpo de inspección está muy sometido a la dirección política del gobierno valenciano, vaciado de su carácter técnico.
En mi segunda etapa de docencia directa volví unos meses a la EPA de Elche, aunque sin recuperar mi plaza. Luego trabajé como provisional y más tarde con plaza definitiva en educación primaria. Fui jefa de estudios y directora del CEIP Miguel Hernández de San Vicente hasta que en 2001 soy adscrita al departamento de Geografía e Historia del IES San Vicente. En 2003 apruebo la oposición para cambiar al cuerpo de secundaria. Y allí sigo.
He sido profesora asociada al departamento de Didáctica General de la facultad de Educación de la Universidad de Alicante, dando clases de Gestión e Innovación y de Diseño de Procesos Educativos. Fue una experiencia muy interesante, pero con los recortes en educación, al aumentar la carga docente del instituto y de la universidad, consideré que quedaría muy mermada mi calidad de vida así que, lamentándolo mucho, renuncié al trabajo en la universidad.


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Gràcia Jiménez
Trobada de centres de secundària, 2012


¿Por qué elegiste estudiar Historia?
Supongo que cuando hice mi elección, en los últimos años del franquismo, creía firmemente en la capacidad de la Historia para cambiar el mundo. El materialismo histórico era seguido por el mejor y más entusiasta profesorado y supongo que me sentí parte del movimiento. Por otro lado, aunque yo estudiaba el bachillerato de ciencias, me atraía mucho más la complejidad de las ciencias sociales, la necesidad que tiene la Historia de la interdisciplinariedad para tener una dimensión científica… y su nexo con la Filosofía.


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A menudo escucho entre los alumnos la expresión “esto (la historia) es todo mentira”. ¿Crees que ese rechazo tiene componentes estéticos, funcionales, de conflicto generacional...?
Es curioso, yo no he oído ese tipo de cosas. Pero si algunos alumnos hacen esas afirmaciones supongo que parten del desconocimiento. El desarrollo curricular de la asignatura es muy mejorable, aunque los libros de texto, por lo general, son bastante aceptables. Por otro lado quizá los profesores no sabemos traer al presente, emocionar a los alumnos, dar trascendencia a los temas que tratamos…
No vivimos buenos tiempos y el ambiente de engaño que genera la corrupción y la falta de ética de las clases dirigentes también dañan el sentido de la memoria histórica. Esto nos exige un sobreesfuerzo respecto a otras asignaturas como el inglés o las matemáticas.


De toda la variedad de edades que has tratado en las aulas, ¿cuál es la edad más difícil? ¿A qué crees que se debe?
No hay edad difícil, ni fácil… Quiero decir que lo que hay son personas y circunstancias con mayores o menores dificultades. Creo que hay que entender dónde y con quien estás trabajando, analizar lo que te rodea y adaptar las clases para que tus alumnos obtengan el máximo rendimiento individual y colectivo posible.
He disfrutado y sufrido en todas las etapas. Debe ser una cuestión de talante o de cómo me planteo yo la docencia. Pero si me preguntas qué alumnos te quieren más, te dan más, lo tengo claro: los más pequeños de entre cuatro a ocho años y los más mayores, los adultos que acuden a alfabetizarse.


¿Son los primeros cursos de la ESO los más complicados de tratar? ¿Son los profesores menos expertos los que se suelen encargar de esos cursos?
Sí a la primera pregunta y sí a la segunda. El cambio personal que están viviendo los alumnos de estos cursos es enorme; están pasando de ser niños protegidos, en el colegio y en casa, a jóvenes que deben comenzar a tomar autónomamente decisiones en muchos terrenos de la vida (estudio, amigos, orientación sexual, relación con el entorno…) De repente muchos padres dejan de llevarlos de la mano y los profesores van desfilando con sus grandezas y sus miserias cada 50 minutos por las aulas, muchos de ellos sin apenas coordinar su trabajo.
Y siendo el ciclo más complejo, donde deberíamos tomar contacto con ellos, con sus conocimientos, inquietudes, problemas… resulta que suele quedar en manos de los profesores más jóvenes, con ratios insoportables, con un nivel bajo cero de aceptación del orden, con hábitos de trabajo dispares, etc. ¡Sin embargo, el criterio normativo de adscripción del profesorado en institutos es exclusivamente la antigüedad en el cuerpo!
Claro que los equipos directivos podrían hacer un mayor esfuerzo para constituir equipos de profesores que trabajasen en mejores condiciones éste ciclo. Pero eso, creo, daría de sí para un libro completo.


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Poco después de recibir el premio "Compromís pel territori" en 2011, otorgado por el Bloc de la comarca de l'Alacantí


¿Podrías contar tu entrada en Escola Valenciana?
En 1987 un grupo de padres y madres de alumnado de EGB crea L’Associació Cívica per la Normalització del Valencià a l’Alacantí, la Cívica, con la intención de trabajar por la creación de centros de enseñanza en valenciano y por el uso social de la lengua, que ya entonces estaba muy deteriorado en esta comarca. Yo acudí a la reunión fundacional y desde entonces soy activista. Durante tres años fui su presidenta y actualmente formo parte de la junta directiva. La Cívica es una de las muchas asociaciones que conforman la Federació Escola Valenciana.
Me siento muy orgullosa del trabajo de la Cívica y de Escola Valenciana, un trabajo de mucha gente, de muchos años, que ha intentado cubrir los vacíos que la Generalitat Valenciana ha ido creando en campos como la educación, la música, la literatura, la comunicación… en la lengua propia valenciana. La cuestión es actuar (organizando Trobades, Cinema en valencià, Tàndems lingüístics, conciertos de La Gira, presentación de autores, jornadas de debate y congresos sobre enseñanza y sociedad…) o contemplar cómo una cultura y una lengua milenarias se extinguen ante la impasibilidad de quienes deberían, por mandato constitucional, defenderlas y promoverlas.


¿Cuál es el estado de la lengua valenciana en la enseñanza actualmente? ¿Sigue vigente la cuestión català/valencià?
Es difícil responder. La actuación de las diversas administraciones ha sido tibia si no directamente contraria a la revalorización educativa y social de la lengua, lo que ha dejado en manos de maestros y familias el trabajo (con pocos medios y menor reconocimiento), y ha abierto espacios demasiado amplios para la incomprensión entre la población. Prueba de ello es lo que tú llamas cuestión català-valencià, a mi entender una polémica ficticia que alimentaba la deserción y debilitaba aún más el uso de la lengua. El fenómeno del autoodio, muy analizado por la sociolingüística, ha causado estragos entre muchos valencianoparlantes que, considerando su propia lengua de escaso valor, deciden interrumpir la transmisión generacional. Este ocurre en las áreas urbanas a principios del siglo XX y no ha dejado de crecer, lamentablemente, en todo el territorio. Quizá los más jóvenes, educados sin estos prejuicios, recuperen lo que sus padres y abuelos han despreciado… pero el daño ha sido enorme y deberemos aprender a convivir en el respeto dos comunidades lingüísticas de muy desigual envergadura.
En cuanto a la cuestión del nombre, hace muchos años que filólogos, maestros, asociaciones de padres y madres… no caen en esta estéril discusión. Se utilizan las Normas de Castelló que se han impuesto en todos los ámbitos educativos y sociales y las autoridades académicas lo han dejado bien claro: hablamos una sola lengua con diferentes registros, como ocurre con todas las lenguas (¿son el sevillano o el canario idiomas diferentes al castellano?)
Por otro lado hay grandes diferencias en el uso educativo según comarcas, según tipos de centros, y entre áreas urbanas y comarcales. Suele decirse que el estado de la lengua es mejor cuanto más al norte. Pero yo no estaría tan segura. Hay comarcas como la Marina Alta, l’Alcoià-Comptat, la Costera o la Safor, por poner algunos ejemplos, donde la lengua goza de bastante buena salud. Creo que tiene que ver más con su relativo aislamiento secular, con la escasa llegada de inmigración castellanoparlante durante los años 60 y 70, con que sus grupos dirigentes fueran autóctonos y con el hecho de que, en la actualidad, existan grupos de profesionales, no sólo de la educación, orgullosos de sus raíces y dispuestos a dignificar la lengua usándola de manera habitual, normal, en su día a día.


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Dirigiendo la mesa redonda "Parer i paper dels pares sobre l'educació plurilingüe" en la VI Setmana de l'Educació Plurilingüe que organizó la UEM de la Universitat d'Alacant en abril de este año 2015


¿Cómo fueron tus años en la Inspección? ¿Qué cosas se aprenden de inspectora que no se aprenden de profesora?
Yo fui inspectora muy joven, tenía una visión bastante ingenua de la administración educativa, así que lo primero que hice fue observar a mis colegas más expertos y aprender de ellos. Así aprendí que mi posición como inspectora debía ser técnicamente impecable, para lo cual se requería mucho estudio, personalmente objetiva y políticamente distante de los cargos políticos que nos dirigían. Por mi parte también me impuse la idea de que siempre actuaría a favor del menor, y eso me ayudaba muchísimo.
La estructura de la inspección es muy jerárquica, así que mi trabajo se veía beneficiado o perjudicado según la sensatez o no de los diferentes coordinadores de equipo, jefes de inspección y directores territoriales. Por lo tanto, hubo buenos momentos y otros no tan buenos… Se aprende pronto que hay personas generosas y otras que no lo son, y que en el sistema educativo se necesita gente dispuesta a trabajar mucho, en cualquier ámbito (el aula, la dirección, los comedores…)
Aprendí a respetar diferentes formas de entender la educación entre el profesorado, padres y madres, responsables municipales, políticos y técnicos, con los que se establecían equipos de trabajo claves en temas como la escolarización, la integración o el mantenimiento de centros. Pero las tareas organizativas, ingentes en aquellos años, me restaron tiempo para apoyar mejor algunos proyectos pedagógicos innovadores. Quizá, a diferencia de quien no ha tenido cargos directivos o no ha estado en la inspección, comprendo mejor la dimensión y complejidad del sistema, y veo con ojos más críticos las carencias que podrían subsanarse, a veces, sólo con más ganas e imaginación.


Coordinas un programa de radio, Radioactivitat, que realizas con los alumnos. Cuéntanos cómo nació la idea y en qué consiste.
La idea se gestó hace varios años para incentivar proyectos de trabajo que se expondrían en Galena Radio, una emisora local ya desaparecida. El trabajo fue muy fructífero y cuando se creó la emisora municipal, les propuse hacer el programa y ahí empezamos. Exceptuando dos cursos, en que por razones técnicas no teníamos cabida, llevamos seis años haciendo radio.
El programa lo hacen totalmente los alumnos que deciden participar, y se estructura en una serie de secciones (entrevistas, música, deporte, política, videojuegos, ciencia, humor…) que pueden variar según el caso. Es un programa fresco, divertido, con una estructura de magacín. Algunos profesores preparan pequeños proyectos de trabajo que completan algunas secciones.


Gràcia: ¿de dónde eres? ¿Es el valenciano tu lengua materna?
Yo nací en Asturias, de padre asturiano. Pero mi madre es valencianoparlante, de Castelló de la Plana, y vine a vivir a Sant Joan d’Alacant a los cuatro años. Por tanto, soy bilingüe aunque por una cuestión de principios, siempre utilizo en ámbitos públicos la lengua más desfavorecida, el valenciano.


Sobre la literatura, ¿de qué tratan tus obras? ¿A qué público van dirigidas?
Exceptuando un libro infantil, escribo para un público adulto. Tengo publicada una novela en forma de dietario de carácter realista y algún relato un poco más imaginativo. En cuanto a los poemarios, no sabría decirte, pero quizá hago una poesía de la experiencia con bastantes elementos simbólicos.


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En la Fnac de Alicante, con los poetas Lluís Alpera, Emili Rodríguez Bernabeu y Victòria Cremades, presentando el libro "Poetes del Sud", antología que Gràcia coordinó junto con el escritor Josep Lluís Rico (a su izquierda)


Si te encontraras contigo misma antes de publicar tu primera obra (Llar de seda, con Jesús Moncho), ¿qué consejo te darías? ¿Qué consejo le darías a una persona que empieza en la literatura?
A mí misma me diría que no hay que conformarse con poco cuando se puede lograr más y que la literatura es vida y reflexión y que por tanto no se debe tener miedo a vivir.
Como consejo a alguien que empieza a escribir, le diría que lea mucho y que busque buenos maestros, que sean críticos y respetuosos y, especialmente, generosos como para darles parte de su tiempo para ayudarles a crecer.


¿Qué crees que le hace falta a esta profesión como revulsivo?
A los docentes nos hace falta reconocimiento social, sí, pero creo que una gran parte de él viene de la mano de una mejor profesionalización. Y me parece que nadie se está ocupando de evaluar – en serio- nuestro trabajo ni de darnos apoyo para hacer las cosas mejor, ni de poner en su lugar a los profesionales que no cumplen con sus obligaciones.


Me gustaría preguntarte por la manera en que tratas los temas de género en tu actividad docente.
Los profesores de Geografía e Historia lo tenemos relativamente fácil. Yo le doy un tratamiento curricular siempre. Nunca dejo un tema sin abordar la situación de las mujeres.
Además procuro trabajar en la tutoría transversalmente cualquier tipo de conflicto en el aula o fuera de ella que nos dé pie a reflexionar sobre la desigualdad de género.


¿Crees que el machismo está inserto en la sociedad de una manera que no comprendemos la mayoría? ¿Cómo podemos contrarrestar su efecto como docentes?
Yo no sé si la mayoría lo comprende o no, pero nosotros somos docentes y deberíamos hacer un esfuerzo por acabar con ideas y prácticas que redundan en la desigualdad por razón de género (o por razón de color o discapacidad). Hay experiencias de trabajo muy interesantes, como a través de la música y los vídeos que gustan tanto a nuestros alumnos, realizar un análisis de los contenidos que sirva para desenmascarar el papel sumiso que se otorga a las chicas, o el rol dominante a los chicos… De nuevo apelaría a la imaginación de los docentes para buscar formas de abordar didácticamente una realidad que causa tanta discriminación y dolor.


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Por la igualdad de oportunidades


¿Es el machismo parte de un conjunto de defectos que se están intensificando con el desarrollo de las malas prácticas con las Tecnologías de la Información y la Comunicación?
Tengo poca información al respecto y no he reflexionado seriamente sobre ello. Si te refieres a que a través de internet llega mucha información inadecuada, tal vez sí, pero también permite, con una buena orientación, abrir ventanas a otros mundos y otras ideas muy positivas. Lo malo es que parece que los mayores carecemos de tiempo para los jóvenes y que pasan demasiado tiempo solos con sus móviles…


¿Estoy equivocado o nuestro centro tiene una biblioteca importante y desaprovechada? ¿Se podría aprovechar, teniendo en cuenta el Plan de Fomento de la Lectura, o los libros se están olvidando frente a las pantallas?
Sí, nuestro centro tiene una gran biblioteca muy infrautilizada. Al parecer su uso más habitual es como área de estudio. Pero, como siempre, para cambiar algo se necesita gente que desee cambiar y un proyecto interesante (talleres con autores, recitales, certámenes, fiestas literarias…)
Por otra parte, leer a través de una pantalla no es malo en sí. El problema es desear más hablar, jugar o bromear que leer. Trabajar para inculcar el placer de la lectura es otra cosa. Las aulas son espacios bastante inhóspitos, francamente, cuando podrían ser más agradables, con rincones para diferentes tareas, incluyendo rincones para la lectura. Deberíamos aprender de algunas aulas de primaria, donde se hacen cosas divertidas y creativas al respecto.


¿Crees que la formación previa de un docente pasa una base sólida que no se debe pasar por alto? ¿Cómo sería esa experiencia ideal o base sólida?
La formación de los maestros es, en ese sentido, bastante más completa que la de los profesores de secundaria. Un máster es poca cosa para adquirir una sólida formación pedagógica tal y como está planteado. Creo que aquellos universitarios que van a optar por la educación deberían hacer al menos un curso completo de prácticas en un centro y que se coordinaran tutores de máster y de centro con más rigor y no como el puro trámite que es ahora. De todos modos creo que el debate no está en absoluto cerrado, pero que habrá que abordarlo y cuanto antes mejor.
Después, una vez comienzas a trabajar en un centro, hay muy pocas posibilidades de formación en gestión e innovación, lo que perpetúa la frustración de bastantes docentes que, en otras circunstancias, podrían ofrecer mucha más calidad en su trabajo.
Un centro ideal no debería ser muy grande, los equipos de ciclo deberían ser estables y coordinar su labor al máximo. Los órganos colegiados deberían tener un mayor peso en las decisiones importantes que afectaran a la marcha del centro. Los jóvenes profesores podrían aprender de aquellos que tienen mayor experiencia. Mucho mejor que hacer grupos de apoyo, sería bajar la ratio y que algunos profesionales perdieran el miedo a trabajar simultáneamente en un aula. Y la formación permanente debería responder a proyectos de trabajo con alumnos y no exclusivamente a la formación individual para conseguir puntos y poder concursar en mejores condiciones u obtener complementos económicos.


¿Para qué sirve una entrevista? Háblanos de tu experiencia como entrevistadora.
Desde hace ocho años hago un programa semanal en radio San Vicente, l’Almàssera; es un programa variado, en el que hay diferentes secciones y donde hago de conductora a la vez que soy responsable de la sección Més que paraules, en la que entrevisto a personas de diferentes ámbitos. He hecho muchas entrevistas a gente muy diversa, como te podrás imaginar. Procuro preparar la entrevista informándome sobre la persona y el tema que le trae al programa. Ambas cosas son importantes, ya que conociendo a la persona entiendes su trabajo mejor. No siempre es fácil, aunque la mayoría de las veces te encuentras con personas apasionadas y generosas, así que la entrevista fluye como una conversación con naturalidad y el tiempo adquiere otra dimensión. Mi punto de vista es siempre el de aprender de los entrevistados y ayudar a la persona que nos escucha a entender mejor de qué estamos hablando.
La entrevista es también un gran recurso para los docentes. Es muy bueno que los jóvenes preparen y realicen entrevistas, ya que a través de la curiosidad que suscita la persona o el tema, se puede reflexionar mucho y llegar a conclusiones interesantes.
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Con parte del equipo de L’Almàssera y nuestra invitada de esa noche, Anna Dèlia Tarrès, en el estudio de ràdio San Vicente


Un consejo o algo que deba saber un entrevistador que se inicia en esto sería...
Que todo el mundo tiene una historia que contar, sin excepciones. Y que escuchar es una de las formas más hermosas de aprender.


La verdad es que hemos visto varias facetas en tu carrera: profesora, escritora, inspectora, activista de Escola Valenciana, radiofonista, entrevistadora… ¿Algo más que nos hayamos dejado? ¿Alguna afición que quede para el tiempo restante?
Organizo lo mejor que puedo mi tiempo. No duermo demasiado, así que tengo algunas horas de ventaja, je, je. Pero me encanta leer, hacer yoga y cocinar me relaja muchísimo. Y, por supuesto, estar el mayor tiempo posible con la gente que quiero y que me quiere, charlando y disfrutando de una buena terraza (junto al mar si es posible).


¿Cómo podemos aprender de otros compañeros docentes? ¿Cuál es el método?
Como suele decirse, “cada maestrico tiene su librico”. En el mío dice que hay que trabajar con tus compañeros, respetar el trabajo bien hecho, observar y pedir ayuda a la gente dispuesta a dártela, que, por suerte, suele ser muchísima entre los docentes. Y reconocer en voz alta la valía de los demás, siempre.


Gràcia, mi gratitud por tu generosidad y tu tiempo.
Gracias a ti, Juan, por darme esta oportunidad de reflexionar sobre nuestro complicado trabajo. Vamos tan deprisa que de vez en cuando necesitamos un pequeño respiro y un poco de charla.


La historia profesional y académica de Gràcia Jiménez es larga y variada, de lucha y reflexión, más merecedora de un documental fílmico que de una entrevista bloguera. A mí me ha enganchado. ¿Aceptará una entrevista en vídeo? Ya veremos.



Obra literaria de Gràcia Jiménez Tirado
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